Hércules 4 - At. Madrid 1
Si no fuera porque este vodevil es el día de la marmota eterno tendría hasta su gracia. Es casi matemático, partido fuera ridículo asegurado con una altísima probabilidad.
Lo que no le cabe a nadie en la cabeza es la serie de fallos infantiles que encadeno el equipo a razón de uno cada diez minutos y que nos llevaron al descanso a tener un 4-0 en contra ante un Hercules que se acercó 6 veces y tiró 4. ¿Efectividad? Total.
El catalizador de la debacle fue sin duda el primer gol. De Gea se tragó un balón que nunca debió dejar pasar. La jugada venía de una empanada a medias entre Domínguez y Filipe que jamás debieron permitir. El único atento, el avispado Tote, hijo pródigo en tiempos de Aragonés que se acordó de que en los lares rojiblancos no creyeron que diera la talla, clamó vanganza emulando al "ratoncito" Sabas y metió un gol de pillo, del que no se rinde y brega. Esa puntera entre Dominguez y Filipe que creían que Tote se había perdido entre la maraña de piernas ni la olió De Gea. Clamoroso fallo imperdonable del meta. Tras ese gol de alevín a la en teoria defensa titular llegaron más fallos y por ende más goles. Esa defensa teorciamente titular por la que muchos nos hemos partido la cara pidiendo minutos para ellos encadenaron un repertorio completo de errores de marca, errores de colocación y errores de despeje. Por cada fallo de los Filipe, Dominguez y Godín los anfitriones nos premiaban con un nuevo gol en contra. Perea pensaría con inquina aquello de "otros vendrán que bueno te harán". En fin...tengo ganas de imitar a una avestruz y enterrar la cabeza bajo tierrra.
El equipo inoperante por completo. Naufragio total de ese trivote que tan buenas sensaciones de bloque compacto había dado otras noches. Raúl García dimitido. Mario superado. Assunçao perdido. Arriba Reyes y Kun luchando contra el mundo. Diego Costa no parece dar en absoluto nivel resolutivo a la plantilla y se aboca a una salida en junio si no da un vuelco a su rendimiento.
Los cambios como casi siempre con Quique, a destiempo y poco comprensibles. ¿A cuento de qué dejas 77 minutos en el campo a Kun con un derbi en 3 días y un 4-0 en el marcador? ¿Queremos repetir el trauma que indujimos a Fernando Torres la noche fatídica del 0-6? Reyes marcó un postrero e inútil gol que no sirvió ni un ápice para difuminar la sensación de amargura y conocida pero no menos odiosa desazón.
La única nota a destacar quizás es que otra vez Koke salió por Raúl García y otra vez lejos de desentonar pareció conectar los únicos pases con sentido de la noche. De estas crisis salen estos resultados. Del naufragio de Asenjo la campaña pasada sacamos a De Gea. De la de Pablo Ibañez hace dos temporadas a Domínguez. Si este partido tan horrible sirve para que Quique confíe cada vez más en Koke, daré por menos trágica la noche.
Me encantaría pensar que esto sólo ha sido un mal sueño pero soy del Atlético de Madrid. El sabor de dejà vù es demasiado intenso. Espero que al menos este año este ridículo, el que hicimos en Tesalónica, el de Levante o el del primer tiempo en San Sebastián sirva para llenar el cupo de situaciones intolerables.
Odio el futbol los lunes
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