Atlético de Madrid 0-Racing de Santander 0
Estimado Sr. Quique Sánchez Flores,
Si la próxima vez q se abra un mercado invernal o quede poco para cerrar el de verano, le venden a una pieza clave y/o sin sustituto de la plantilla reprima esa manera suya tan sibilina de quejarse sin quejarse.
Puede, por ejemplo, quejarse amargamente en rueda de prensa de como sistemáticamente se empobrece la plantilla haciendo caja en el último minuto, como se acumulan inexplicablemente jugadores en algunas posiciones pero se descuidan otras por completo. Puede argüir que jamás se completa con dos jugadores por puesto el plantel. Ni buenos ni malos. No los hay sencillamente. Se acaba el dinero o las ganas de comisionar en torno al jugador 19 ó 20 de los cuales 4 ó 5 jamás darán la talla en primera división.
Le enviarán mensajes de apostar por los chavales. Puede también ahí quejarse de que eso de acogerse a los chavales cuando no llega con la inversión no es apostar por la cantera sino rezarle un rosario a la virgen esperando que suene la flauta “De Gea” cada año como quien espera ver Ovnis cada vez que mira al cielo.
También puede llamar a su reportero de prensa escrita más afín y concederle una entrevista con rajada escandalosa incluida. Sus palabras encontrarán amplio espacio en portadas varias (no le quepa duda que para mostrar nuestras miserias siempre nos hacen hueco en el diario que sea en primera plana). Le puede hablar de la dudosa capacidad del director deportivo, de como algunos agentes intermediarios parecen tener despacho y cargo en el club. De como ni se disimula ya las cuerdas de la marioneta de presidente que gastamos y como, a lo Corleone, tenemos un dirigente en la sombra que todo lo dirige pero que no figura en ningún sitio, nombrado además gestor del año y que es, sin duda y con diferencia, el gestor más infame que hemos tenido en la historia del club.
No se preocupe porque le cueste el despido semejantes declaraciones. Aquí con tal de no finiquitar y que quede más a repartir al año siguiente ni le despedirán ni nada por el estilo. La renovación del cargo de entrenador no depende en cualquier caso de su rendimiento o del que le saque a los jugadores. Se lo ofrecerán o no según lo que le dicten sus “amigos” que dirigen aquellos diarios que nos reservan las páginas 16-18 antes de la sección Polideportiva.
Pero no se queje sin quejarse.
Hoy volví a ir al Calderón. En realidad lo mejor de hoy ni siquiera ocurrió durante el partido. Cuando el Kun Agüero se quitó la chaqueta con la salió al campo con el brazalete de capitán sabía que había merecido la pena ir. La pena es que ahí quedaron mis alegrías. El partido fue ese día de la marmota en la nos hemos instalado casi año tras año. Ese deambular a mitad de temporada de despropósito en despropósito.
Tiago se lesiona en el minuto 20. Ese tipo de jugador que hemos tardado una década en encontrar y del que no hay sustituto en la plantilla. Salvo el imberbe canterano Koke. Puede sacar a Koke y seguir compitiendo o quejarse usted sin quejarse. Siempre elige usted el camino poético. Mejor deje en evidencia que tuvo hasta 5 extremos y que ahora tiene a Reyes sancionado y gracias. Que vendieron a Simao tarde y sin sustituto. Que lejos de aprender lo lento que se adapta un sudamericano al fútbol europeo al invierno siguiente de Salvio traen a Elías y amenazan con Miranda. Además le trajeron a Tiago a préstamo, sin sustituto, con poco fuelle y rozando una edad en la que no rindes al máximo nivel ni 40 partidos por temporada. Que Jurado se fue y está por ver que Elías sirva este año. Mejor se queja sin quejarse y saca a su jugador más bochornoso. Al que iguala lo buen chaval que parece ser, con la evidente falta de nivel futbolístico que presenta para la alta competición. Cambie a Valera por Tiago. ¡Diga que sí! Quéjese sin quejarse. El partido sin Forlán (que como mínimo mete miedo), sin Reyes (que produce el 15 por ciento de regates, casi la mitad de faltas a favor y más de la mitad de asistencias pero que se había auto expulsado por enésima vez en Copa), sin Simao al que enviamos a Turquía con lazo y sin sustituto, Domínguez (baja por gastroenteritis) Acabamos de quedarnos sin la mitad del equipo de golpe y nosotros lejos de verlo ya nivelado damos oportunidades a Valera. Y usted ahí. En el banquillo. De punta en blanco. Elegante como el que más. Quejándose sin quejarse.
Los otros modos documentados que gusta usar para no quejarse es forzar un esquema con los jugadores equivocados, retrasar los cambios o no agotarlos. Hoy decidió usar su repertorio completo de no quejas.
Si se lesiona Tiago en el minuto 20, está en pleno experimento con un 4-3-3 porque el rival no es de enjundia y viene apocado en vez de cambiar hombre por hombre y seguir con el esquema, renuncie al partido cambiando a un 4-4-2 con dos extremos inoperantes: Valera por incapacidad permanente y Fran Mérida por no funcionar en ese puesto para nada. Si además el ex-gunner ha tomado de Simao la técnica de saque de corners, véase, unos precisos centros medidos (a media altura del primer palo o al pie siempre de un jugador rival) no hacía falta ni marcar a los delanteros.
El más frecuente de sus no quejas es hacer cambios tarde para que se note la espesura del equipo. La falta de calidad de algunos jugadores. La poca fluidez. Espere entonces hasta el minuto 75 y haga un solo cambio Koke por Raúl García que además rozaba ya la roja por doble amonestación a esas alturas. Así el equipo no puede levantar ya cabeza. Quéjese sin quejarse.
El otro modo de decir sin decirlo que está enfadado es no agotar cambios. Ayer no los agotó. Se rindió. Decidió sentarse en el banquillo y mandar ese mensaje certero. Que vale perfectamente un empate contra el Racing. Que no tenemos aspiraciones en este partido y que de seguir la sangría lenta de puntos inesperados no los tendremos en absoluto. No sacó a Borja de refresco por algún atacante cansado ni por algún defensa ocioso puesto que el Racing dimitió del ataque salvo facilidades procedentes de la salida de balón que tiene Perea. No dé oportunidad a la grada de creer en un milagro inmerecido, no dé sensación de querer ir por el partido, no. ¿Dónde vamos a parar? ¿Acaso nos jugamos algo?
La próxima vez, Sr. Quique Sánchez Flores, que quiera quejarse sin quejarse mande un SMS al gestor del año, al presidente marioneta o al director deportivo con más sellos en el pasaporte que un reportero de Callejeros. Pero no regale 2 puntos y no juegue con nuestra paciencia que nosotros llegados el caso sí sabemos quejarnos.
Atentamente,
Su cansada afición