El año que volvimos, escrito por el periodista José Antonio Lavado Bueno y editado por Ediciones Titano es una crónica que narra partido a partido el camino al éxito que supuso la extraña temporada pasada. Contada como fue, sin las fanfarrias que suelen acompañar a las gestas deportivas sino con toda la tortuosidad que acompaña a las victorias (escasas en años recientes) del Atlético de Madrid. Escrita a modo de diario, toma por momentos un tono epistolar pero en realidad es como dice el título de este post, un road trip, un viaje al centro del alma de todo rojiblanco, contado a modo de apuntes tomados a vuelapluma tras cada partido con la euforia, la tristeza o el enfado aún latente en el ánimo del escritor. Es un relato vibrante, escrito jornada a jornada con un ritmo trepidante.
Parto del hecho que un libro con un prólogo escrito tan desde el corazón como el que acompaña de Kiko Narvaez ya de por si me apetece leerlo. Si en la segunda página el autor ya cita a mi admirado Iñako Díaz-Guerra (el gran cronista de estos últimos años de mi Atleti) vamos de acierto en acierto. Desde un punto de vista puramente literario la obra es igual de loable. Es una colección continua de metaforas y aforismos de humor fino, a ratos hilarante. En prácticamente cada página encontramos alguna frase digna de entrar en el imaginario popular rojiblanco.
Los relatos de cada partido parecen a la vez escritos sobre la marcha por lo bien que refleja la angustia, desazón, alegría, euforia o enfado con que cada uno nos hemos marchado tantas veces a casa pero a la vez está muy meditado el contenido, lleno de citas y referencias. No crean ustedes que habla de gestas homéricas ni corrientes filosóficas sino que el autor de este blog-hecho-libro cierra el circulo con referencias a artículos de periódicos o blogs relevantes. Sorprende y agrada la facilidad para combinar la espontaneidad del estilo con tanta alusión meditada.
Logra hilar un relato solido en contenido y que engancha al lector por lo ameno y ligero de su lectura lo cuál se antoja a priori difícil puesto que el lector al empezar el libro conoce la sinopsis, el inicio, el desarrollo, el desenlace y hasta los personajes. Lo consigue a base de una mezcla perfecta de humor y emotividad. Es un libro escrito desde el corazón de un atlético para ser leido por atléticos. Los que vivimos el año igual que José Antonio de la misma manera bipolar, entre el enfado y el gozo, entre la angustia y el extásis de ese maravilloso y loco 2010, adoptaremos su libro como el testigo de ese año que no nos contaron nuestros abuelos ni padres. Ese año que nos tocó a nosotros vivirlo y es nuestro deber transmitirlo así como fue a nuestros hijos.
Yo que soy un poco fetichista le he buscado un espacio en mi estantería de libros preferidos. Entre los que me dejaron huella. Y este me recuerda que el año pasado cuando casi nadie (incluido nosotros) daba nada por nuestro equipo tocamos la gloria con los dedos. Escribió Fernando León de Aranoa, una vez que "(...) los del atleti sabemos hoy que hay 100 tipos diferente de derrota porque las hemos probado todas, por eso apreciamos las diferencias entre ellas, los matices, los colores como expertos catadores del fracaso. (...)Cedidos los bolsillos de la esperanza, agujereados ya de tanto usarlos, los del Atleti conocemos mejor que nadie también (...) la felicidad. Sucedió la primavera de 1996. Yo rodaba mi primera película y el Atlético ganaba la Liga y la Copa del Rey."
Volvió a suceder varios años después, el año que volvimos. No dejen de leerlo señores.
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